Domingo, 30 Mayo, 2010 por Admin
Es quizás la vitamina que más controversia ha generado en los últimos tiempos y también la que, posiblemente, haya sido más investigada.
Llamada también ácido ascórbico, la vitamina C es soluble en agua y aun siendo bastante estable en una solución ácida es normalmente la menos estable de las vitaminas por ser extremadamente sensible a la acción del oxígeno, del calor y la luz.
El ácido ascórbico es absorbido rápidamente en el intestino pasando posteriormente a la corriente sanguínea. Los niveles máximos de esta vitamina en sangre se alcanzan entre las dos y tres horas siguientes a la ingestión siendo excretada entre las cuatro y seis horas posteriores a través de la orina.
Existen dos factores importantes que influyen de manera decisiva en su absorción: el primero es la forma química en que se ha ingerido y el segundo la presencia de otras sustancias en el tracto intestinal que puedan alterar su absorción.
Ahora bien, debemos saber que en suplementos nutricionales nos podemos encontrar con tres formas químicas de vitamina C:
Ácido ascórbico: Es la forma más ácida de la vitamina C con un PH de 2,3. Esta forma de vitamina debe ser ingerida durante las comidas con un vaso de agua.
Ascorbato de sodio: Es una vitamina C en forma alcalina con un PH de 7,2 . Es aconsejable ingerirla de media hora a una hora después de las comidas con un vaso de agua.
Ascorbato de calcio: Es su forma más alcalina con un PH de 7,4 . Se ingiere igual que la anterior.
La podemos encontrar en frutas cítricas, bayas, vegetales de hoja verde, tomates, coliflor, coles de bruselas, grosella negra, brécol, pimientos, perejil, fresas, kiwi, acedera, fresas, etc.
QUÉ FUNCIONES DESEMPEÑA
- Es indispensable para la elaboración y mantenimiento del colágeno, proteína fundamental para la fabricación de tejido conectivo, es decir, del tejido que mantiene unidas todas las partes de nuestro cuerpo.
- Ayuda en la cicatrización de heridas, quemaduras y encías sangrantes.
- Favorece la absorción y almacenamiento del hierro.
- Es una vitamina antioxidante por lo que nos protege de los radicales libres, sustancias altamente agresivas para el organismo asociadas -sobre todo- a enfermedades degenerativas.
- Acelera la cicatrización posterior a la cirugía.
- Disminuye la posibilidad de formación de trombos (coágulos) en los vasos sanguíneos.
- Ayuda a combatir las enfermedades víricas y bacterianas.
- Tiene un papel relevante en el metabolismo del calcio.
- Protege de la oxidación.y el envejecimiento
- Evita la formación de agentes cancerígenos como las nitrosaminas.
- Favorece la disminución de colesterol en sangre.
- Reduce los niveles de histamina ayudando así a eliminar la sintomatología alérgica.
- Interviene en los procesos de detoxificación de algunas sustancias venenosas como el cadmio, el mercurio, el plomo y el DDT.
Además de todo lo expuesto, existen diversos trabajos de investigación y estudios que aumentan, más si cabe, los beneficios de esta vitamina. Es el caso del publicado en 1995 en el British Medical Journal, donde se pone de manifiesto la estrecha relación existente entre el consumo de vitamina C y los niveles de fibrinógeno en sangre. Al parecer, dosis elevadas de vitamina C reducen la cantidad de fibrinógeno en el plasma por lo que el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares disminuye.
Existen además numerosas pruebas de que la vitamina C es esencial para el buen funcionamiento del sistema inmunitario. En los mecanismos de éste intervienen ciertas moléculas, principalmente moléculas de proteínas, que se encuentran en solución en los fluidos del cuerpo así como determinadas células. La vitamina C actúa tanto en la síntesis de muchas de estas moléculas como en la producción y funcionamiento adecuado de las células.
Desde hace mucho tiempo se conoce que la vitamina C inhibe la formación de nitrosaminas carcinogénicas formadas por la reacción entre los nitritos existentes en las carnes conservadas y las aminas dietéticas.
Algunos compuestos quimioprotectores como la vitamina C, la quercetina y otros polifenoles pueden atacar al cáncer por más de un procedimiento diferente.
La aparición del cáncer de esófago, páncreas, colorectal, cuello de útero, vejiga, piel, mama y laringe se correlacionan inversamente con una dieta rica en frutas y vegetales con alto contenido en vitamina C. por lo tanto una dieta alta en vitamina C nos protege de esos tipos de canceres
Estudios en animales de experimentación realizados por el Dr. Linus Pauling y sus colaboradores muestran que una ingesta importante de vitamina C atrasó el comienzo de tumores mamarios espontáneos en ratones y evidencian también una pronunciada disminución o retraso en la aparición de tumores malignos en ratones que habían sido expuestos a la luz ultravioleta.
Otros investigadores también han demostrado la efectividad de esta vitamina y sus derivados en la prevención del cáncer de piel; y en ratones expuestos a la fibra de vidrio en polvo se comprobó una inhibición significativa del cáncer de pulmón.
Científicos japoneses han demostrado recientemente el efecto anticancerígeno del ascorbato contra tumores humanos del ovario, estómago, páncreas, útero y pulmón.
No puede pues sorprender que el Instituto Nacional de Salud Americano, tras un estudio realizado sobre la ingesta de esta vitamina, concluya su trabajo diciendo que la cantidad recomendable de vitamina C diaria -que hasta ahora era de 60 mg por día- debería aumentarse a 200 mg. Exactamente la misma recomendación que ya hizo el Dr. Linus Pauling hace casi veinte años y que pocos científicos aceptaron.
No podemos olvidar tampoco otros beneficios que reporta el uso de vitamina C como su demostrada eficacia para disminuir los niveles de colesterol HDL (colesterol malo). También se ha demostrado fehacientemente su relación con la mejora de determinadas afecciones cardio-respiratorias.
ALTERACIONES QUE OCASIONA SU DÉFICIT
- Mala digestión.
- Dificultades respiratorias.
- Pobre lactancia.
- Encías sangrantes.
- Hinchazón de articulaciones.
- Lenta curación de las heridas.
- Baja resistencia a las enfermedades.
- Mayor virulencia de las alergias.
- En deficiencias muy graves, escorbuto.
ENEMIGOS
- Los cigarrillos, ya que cada uno destruye entre 25 y 100 mg de vitamina C.
- Las tensiones físicas o emocionales porque reducen los niveles de esta vitamina.
- El uso de aspirina, antibióticos, cortisona, tranquilizantes o anticonceptivos porque provocan una elevada eliminación de vitamina C.
- El consumo elevado de alcohol.
- Las enfermedades infecciosas.
- La inhalación de humo procedente de la combustión de petróleo.
- La intoxicación por plomo, cobre inorgánico, mercurio, aluminio y cadmio, entre otros.
- El consumo de aceites rancios.
Hay que decir que se pierde buena parte de esta vitamina con la acción de la luz solar, los procesos de cocción prolongada a elevada temperatura y la oxidación.
DOSIS RECOMENDADAS
El mejor suplemento de vitamina C es aquel que contiene el complejo C con los bioflavonoides hesperidina y rutina.
La dosis que con frecuencia se recomienda de suplementos nutricionales va de 500 a 1.000 mg diarios pero en terapias con Nutrición Ortomolecular se utilizan dosis mucho más altas.
Aunque se trata de una vitamina hidrosoluble su uso terapéutico debe ser siempre supervisado por un profesional.
TOXICIDAD
Su ingesta elevada puede ser causa de la formación de piedras de ácido oxálico y úrico. En dosis muy altas puede provocar diarrea, escozor al orinar e irritaciones en la piel.
PRECAUCIONES
- Es recomendable la ingesta de pequeñas dosis a lo largo del día más que en una sola dosis salvo que ésta se ingiera en un comprimido de "liberación sostenida".
- En el caso de ingestión de altas dosis de vitamina C por parte de diabéticos éstos deben saber que los análisis para detectar el exceso de azúcar pueden verse alterados.
NUTRIENTES SINÉRGICOS
- Complejo de bioflavonoides.
- Calcio.
- Magnesio.
- Complejo de vitamina y minerales.
José Ramón Llorente
Presidente de la "Sociedad Española de Nutrición Ortomolecular".
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AHANAOA A. C.
Miguel Leopoldo Alvarado
Fundador y Presidente
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